Diccionario Heráldico y Genealógico de Apellidos Españoles y AmericanosPor Alberto y Arturo García Carraffa
Solórzano / Solorzano
Este linaje procede de la antigua Merindad de Trasmiera, a la que pertenecía, con algunas tierras burgalesas, la comarca que en la actualidad comprende el partido judicial de Santoña (Cantabria), en el que esta enclavado el pueblo de Solórzano, cuna del apellido.
Sobre quien fue el progenitor de esta familia, encontramos datos contradictorios. Según Lope García de Salazar en sus “Bienandanzas e Fortunas”, procede un escudero natural de Ibos, llamado Ferrero, que se estableció en Solórzano con su mujer, rica señora del linaje de Camino. Estos esposos compraron un monasterio que allí existía y tuvieron por hijo y sucesor a Ruy Martínez de Solórzano, que tomó el apellido del nombre de aquel pueblo y adquirió buenas rentas. Casó dos veces: la primera con la Corata de Castro, que “era mucho rica demasiadamente”, de la que no tuvo sucesión, y la segunda con doña Mayor de Salcedo, hija se Ordoño de Zamudio, que le dio varios hijos que continuaron apellidándose Solórzano, así como sus descendientes.
Otros informes aseguran que el fundador del linaje se llamó Martín Martínez de Solórzano, que era trasmerano, que levanto en Solórzano la casa-torre, primitivo solar de esta familia, y que tomo el nombre del pueblo por apellido, quedando allí radicado.
Nada dicen estos nuevos informes del escudero, llamado Ferrero, padre del Ruy Martínez de Solórzano que las anteriores noticias nos presentan como el progenitor del linaje: Afirman, en cambio que Martín Martínez de Solórzano procedía de la casa de Hoz, en la Merindad de Trasmiera, como hijo que era de Martín Antolinez de la Hoz y de su mujer dona Goda Galíndez de Gordejuela, pertenecientes a dicha casa.
Ninguna de ambas versiones aportan datos más concretos que pudieran conducir al esclarecimiento del verdadero fundador de la familia Solórzano. Coinciden en que esta es originaria del pueblo de Solórzano, al que pasó desde Trasmiera su primitivo ascendiente y tomó su nombre por apellido, quedando allí radicado, y en que ese primer ascendiente fundó en Solórzano la antigua casa-torre, solar de la familia, del que salieron las ramas que llevaron el apellido a otras regiones españolas y diversos países de América. Pero quedamos sin saber, por las dudas que de unos y otros informes se derivan, si fue Ruy Martínez de Solórzano o lo fue Martín Martínez de Solórzano, el verdadero progenitor del linaje.
Parece, sin embargo, más cierto que lo fuera el segundo, puesto que de Martín Martínez de Solórzano precedía de la casa de Hoz, en Trasmiera, y porque varias de las ramas de Solórzano que sus mas inmediatos sucesores fundaron, llevan en sus escudos de armas una o más hoces, pieza característica de los blasones del apellido “Hoz”, y en algunos casos en igual numero de piezas, idéntica posición y los mismos esmaltes con que figuraran en el escudo de la casa de Hoz de la Merindad de Trasmiera. Nos parece interesante consignar tales coincidencias por la indudable utilidad orientadora que ofrecen.
De las primeras generaciones de este linaje tampoco tenemos noticias comprobadas. Ya que en años muy posteriores a los en que se supone que acaeció su fundación, figura como descendiente de la rama troncal Pedro Fernández de Solórzano, Señor de la casa-torre Solórzano y de lasa casas de Castillo y Camino, en Trasmiera. Vivía en principios del siglo XVI casado con doña Isabel de Hoyos, Señora de la casa de Hoyos en la villa de Aguilar de Campóo, del partido judicial de Cervara de Pisuerga (Palencia). Fueron padres de Pedro de Solórzano y Hoyos, que caso con doña María de Escobar y falleció sin sucesión; María de Hoyos y Solórzano, que heredo la casa y mayorazgos, pero de la que no se dice si caso, e Isabel de Solórzano y Hoyos, mujer de Juan de Olea, con descendencia en la que se perdió el apellido Solorzano.
Otra rama radicó en el lugar de Nestares, del Ayuntamiento de Valle de En medio y partido judicial de Reinosa, y de ella fue Gaspar de Solórzano, natural de Nestares, marido de doña María de Solórzano, natural de Aguilar de Campóo, padres de Matías de Solórzano y Solórzano, nacido en Aguilar de Campóo en 1620, que en su mujer, doña Antonia Bravo y Rebolledo, de la misma naturaleza, tuvo a Francisco de Solórzano y Bravo, nacido en Nestares en 1663 y Caballero de Calatrava en 1688. Como pariente suyos en cuarto grado, se citan en su expediente de pruebas a don Fernando de Solórzano y Tejada, Caballero de Altáncara; don Lorenzo de Solórzano, Caballero de Santiago, y don Gregorio de Solórzano, Caballero de Calatrava.
También en Madrid moró una rama de este apellido a la que pertenecía en mediados del siglo XVI
Catalina de Solórzano y Vera, mujer del Licenciado Hernando de Pereira, padres de
Juan de Solórzano y Pereira, que antepuso el apellido materno al paterno. Nació en Madrid en 1577 y fue Consejero de Indias y Castilla, Caballero de Santiago en 1640 y Catedrático de Salamanca. Caso con doña Clara Paniagua, natural de La Plata, naciendo de esta unión
Fernando Antonio de Solórzano y Paniagua, que nació en Lima, siendo su padre Oidor de aquella Real Audiencia. Contrajo matrimonio con dona Teresa Enríquez de Terán y Solórzano, natural de Valladolid (hija de Diego Enríquez de Terán, natural de Carrión de los Condes, Palencia, y hermana de Juan, Caballero de Altáncara, y de dona Isabel de Solórzano y Suárez de Zorrilla, bautizada en la parroquia de San Sebastián, de Madrid en 1604, hija a su vez, de Fernando de Pereira Solórzano, hermano del Juan mencionado en el párrafo II de esta misma filiación y de dona Isabel Suárez de Zorrilla). Los esposos don Fernando Antonio y doña Teresa tuvieron este hijo: Fernando Enríquez de Solórzano, nacido en Madrid y bautizado en su parroquia se San Sebastián en 1659, Caballero de Altáncara, Señor de las villas de Alba y Camporrendo de Alba, del partido judicial de Cervera de Pisuerga (Palencia), y de la casa solar de Terán, en Cabuérniga (Cantabria).
Otra rama se apellidó Gutiérrez de Solórzano y moró en Cifuentes (Guadalajara) y en Madrid. De esta rama procedió Juan Gutiérrez de Solórzano, natural de Cifuentes, Protomédico de Cámara de Su Majestad y de la Suprema y General Inquisición. Casó con doña Luisa de Albiz, natural de Madrid, y procrearon a Francisco Gutiérrez de Solórzano y Albiz, natural de Madrid y Ayuda de Cámara del Rey don Felipe IV, que, en su mujer, doña Maria de Castañeda, natural de la Puebla de Montalbán (hija de Juan de Castañeda, Tesorero General del Consejo de la Inquisición , y de doña María Ibáñez), tuvo a Juan Gutiérrez de Solórzano y Castañeda, natural de Madrid, que el 1o de Octubre de 1671 visitó el hábito de Santiago.
Al Perú pasaron líneas de este linaje, de las que no sabemos si dimanaron de las casas de Trasmiera, Solórzano, Nestares, Aguilar de Campóo o Madrid, pero sin duda alguna originarias del primitivo solar de este linaje en el pueblo de Solórzano.
Una viuda, con abundante caudal, llamada doña Ana Rodríguez de Solórzano, fue fundadora y primera abadesa del Colegio de Doncellas de Nuestra Señora de la Caridad, en Lima, en mediados del siglo XVI.
En las guerras de Chile del mismo siglo murió el Capitán limeño Pedro de Solórzano y Velasco. Era hijo del Oidor Pedro Álvarez de Solórzano, y sobrino carnal de doña Florentina de Solórzano, abuela de Alonso Solórzano y Velasco, natural de Lima, Catedrático de aquella Universidad y autor de un panegírico del Claustro de ella, impreso en 1653.
Justino de Solórzano y Amusco, también nacido en Lima, fue Caballero de Santiago en el siglo XVII, Maestre de Campo y Corregidor de Trujillo en 1674. Era Hijo de Andrés de Solórzano, de la rama de Aguilar de Campóo, y de doña Mariana Amusco, natural de Lima.
Otro Justino de Solórzano y Amusco era Alcalde de Lima en 1757.
La rama apellidada Hoyo-Solórzano, originaria también de la casa-torre del lugar de Solórzano y muy ilustre y principal en Canarias, quedó ampliamente tratada en el tomo XLII de este “Diccionario de Apellidos”, XLIV de la “Enciclopedia”, al que remitimos al lector.
ARMAS
Martín Martines de Solórzano, considerado por algunos autores como el fundador del linaje de Solórzano y de la casa-torre sita en el pueblo del mismo nombre, primitivo solar de esta familia, usó las armas de la casa de Hoz en la Merindad de Trasmiera, de la que procedía como hijo de Martín Antolinez de la Hoz y de dona Goda Galíndez de Gordejuela. Esas armas eran: En campo de gules, tres hoces de sinople perfiladas de plata. (Véase la información del apellido “Hoz” en el tomo XLII de este “Diccionario de Apellidos”, XLIV de la “Enciclopedia”). Pero el mencionado Martín Martines de Solórzano modifico los esmaltes, poniendo en campo de oro las tres hoces de sinople. (Escudo 670.)
La rama que hizo su asiento en el lugar de Nestares y en la villa de Aguilar de Campóo, traía: 1o, de azur, con tres flores de lis de oro puestas en triángulo; medio partido de plata con tres hoces de sinople, puestas también en triángulo, y 2o, de sinople dos lobos de su color natural, uno sobre otro. (Escudo 671.) En el convento de San Francisco, de la villa de Reinosa, tenía esta rama una capilla grande, la primera al lado del Evangelio. En su retablo, muy antiguo, y en una tumba alta, de piedra, se veían dichas armas. Así consta en el expediente de pruebas de nobleza del Caballero de Calatrava Francisco de Solórzano y Bravo, mencionado en anteriores páginas.
Las armas de la rama de Madrid eran estas: Cortado 1o, de sinople, con una hoz de oro, y 2o, de oro, con cuatro flores de lis de azur. (Escudo 672.) Así estaban en la casa de don Fernando Enríquez de Solórzano, Señor de las villas de Alba y Camporredondo; en la casa de Terán, en Cabuérniga; en la casa de esta rama en Madrid, sita en la Carrera de San Jerónimo, y en una capilla de la parroquia madrileña de San Sebastián, de la que era patrono dicho caballero. Según su expediente de pruebas de nobleza de la Orden de Alcántara, a la que pertenecía. En anteriores líneas quedo mencionado.
Otras ramas de Solórzano usaron: Cuarteado: 1o y 4o, de azur, con dos flores de lis de oro en faja, 2o y 3o, de sinople, con dos hoces de plata también en faja y con el mango de oro. (Escudo 673.) Estas mismas trajeron los Solórzanos de las Encartaciones de Vizcaya. Los de Navarra pintaron de plata las flores de lis. Divisa: “Solo fulgen, hermanos, las hoces en vuestras manos”.
Otras combinaron las hoces y las lises en distintas formas, modificando sus esmaltes y su posición en el campo del escudo.
Solórzano / Solorzano
Este linaje procede de la antigua Merindad de Trasmiera, a la que pertenecía, con algunas tierras burgalesas, la comarca que en la actualidad comprende el partido judicial de Santoña (Cantabria), en el que esta enclavado el pueblo de Solórzano, cuna del apellido.
Sobre quien fue el progenitor de esta familia, encontramos datos contradictorios. Según Lope García de Salazar en sus “Bienandanzas e Fortunas”, procede un escudero natural de Ibos, llamado Ferrero, que se estableció en Solórzano con su mujer, rica señora del linaje de Camino. Estos esposos compraron un monasterio que allí existía y tuvieron por hijo y sucesor a Ruy Martínez de Solórzano, que tomó el apellido del nombre de aquel pueblo y adquirió buenas rentas. Casó dos veces: la primera con la Corata de Castro, que “era mucho rica demasiadamente”, de la que no tuvo sucesión, y la segunda con doña Mayor de Salcedo, hija se Ordoño de Zamudio, que le dio varios hijos que continuaron apellidándose Solórzano, así como sus descendientes.
Otros informes aseguran que el fundador del linaje se llamó Martín Martínez de Solórzano, que era trasmerano, que levanto en Solórzano la casa-torre, primitivo solar de esta familia, y que tomo el nombre del pueblo por apellido, quedando allí radicado.
Nada dicen estos nuevos informes del escudero, llamado Ferrero, padre del Ruy Martínez de Solórzano que las anteriores noticias nos presentan como el progenitor del linaje: Afirman, en cambio que Martín Martínez de Solórzano procedía de la casa de Hoz, en la Merindad de Trasmiera, como hijo que era de Martín Antolinez de la Hoz y de su mujer dona Goda Galíndez de Gordejuela, pertenecientes a dicha casa.
Ninguna de ambas versiones aportan datos más concretos que pudieran conducir al esclarecimiento del verdadero fundador de la familia Solórzano. Coinciden en que esta es originaria del pueblo de Solórzano, al que pasó desde Trasmiera su primitivo ascendiente y tomó su nombre por apellido, quedando allí radicado, y en que ese primer ascendiente fundó en Solórzano la antigua casa-torre, solar de la familia, del que salieron las ramas que llevaron el apellido a otras regiones españolas y diversos países de América. Pero quedamos sin saber, por las dudas que de unos y otros informes se derivan, si fue Ruy Martínez de Solórzano o lo fue Martín Martínez de Solórzano, el verdadero progenitor del linaje.
Parece, sin embargo, más cierto que lo fuera el segundo, puesto que de Martín Martínez de Solórzano precedía de la casa de Hoz, en Trasmiera, y porque varias de las ramas de Solórzano que sus mas inmediatos sucesores fundaron, llevan en sus escudos de armas una o más hoces, pieza característica de los blasones del apellido “Hoz”, y en algunos casos en igual numero de piezas, idéntica posición y los mismos esmaltes con que figuraran en el escudo de la casa de Hoz de la Merindad de Trasmiera. Nos parece interesante consignar tales coincidencias por la indudable utilidad orientadora que ofrecen.
De las primeras generaciones de este linaje tampoco tenemos noticias comprobadas. Ya que en años muy posteriores a los en que se supone que acaeció su fundación, figura como descendiente de la rama troncal Pedro Fernández de Solórzano, Señor de la casa-torre Solórzano y de lasa casas de Castillo y Camino, en Trasmiera. Vivía en principios del siglo XVI casado con doña Isabel de Hoyos, Señora de la casa de Hoyos en la villa de Aguilar de Campóo, del partido judicial de Cervara de Pisuerga (Palencia). Fueron padres de Pedro de Solórzano y Hoyos, que caso con doña María de Escobar y falleció sin sucesión; María de Hoyos y Solórzano, que heredo la casa y mayorazgos, pero de la que no se dice si caso, e Isabel de Solórzano y Hoyos, mujer de Juan de Olea, con descendencia en la que se perdió el apellido Solorzano.
Otra rama radicó en el lugar de Nestares, del Ayuntamiento de Valle de En medio y partido judicial de Reinosa, y de ella fue Gaspar de Solórzano, natural de Nestares, marido de doña María de Solórzano, natural de Aguilar de Campóo, padres de Matías de Solórzano y Solórzano, nacido en Aguilar de Campóo en 1620, que en su mujer, doña Antonia Bravo y Rebolledo, de la misma naturaleza, tuvo a Francisco de Solórzano y Bravo, nacido en Nestares en 1663 y Caballero de Calatrava en 1688. Como pariente suyos en cuarto grado, se citan en su expediente de pruebas a don Fernando de Solórzano y Tejada, Caballero de Altáncara; don Lorenzo de Solórzano, Caballero de Santiago, y don Gregorio de Solórzano, Caballero de Calatrava.
También en Madrid moró una rama de este apellido a la que pertenecía en mediados del siglo XVI
Catalina de Solórzano y Vera, mujer del Licenciado Hernando de Pereira, padres de
Juan de Solórzano y Pereira, que antepuso el apellido materno al paterno. Nació en Madrid en 1577 y fue Consejero de Indias y Castilla, Caballero de Santiago en 1640 y Catedrático de Salamanca. Caso con doña Clara Paniagua, natural de La Plata, naciendo de esta unión
Fernando Antonio de Solórzano y Paniagua, que nació en Lima, siendo su padre Oidor de aquella Real Audiencia. Contrajo matrimonio con dona Teresa Enríquez de Terán y Solórzano, natural de Valladolid (hija de Diego Enríquez de Terán, natural de Carrión de los Condes, Palencia, y hermana de Juan, Caballero de Altáncara, y de dona Isabel de Solórzano y Suárez de Zorrilla, bautizada en la parroquia de San Sebastián, de Madrid en 1604, hija a su vez, de Fernando de Pereira Solórzano, hermano del Juan mencionado en el párrafo II de esta misma filiación y de dona Isabel Suárez de Zorrilla). Los esposos don Fernando Antonio y doña Teresa tuvieron este hijo: Fernando Enríquez de Solórzano, nacido en Madrid y bautizado en su parroquia se San Sebastián en 1659, Caballero de Altáncara, Señor de las villas de Alba y Camporrendo de Alba, del partido judicial de Cervera de Pisuerga (Palencia), y de la casa solar de Terán, en Cabuérniga (Cantabria).
Otra rama se apellidó Gutiérrez de Solórzano y moró en Cifuentes (Guadalajara) y en Madrid. De esta rama procedió Juan Gutiérrez de Solórzano, natural de Cifuentes, Protomédico de Cámara de Su Majestad y de la Suprema y General Inquisición. Casó con doña Luisa de Albiz, natural de Madrid, y procrearon a Francisco Gutiérrez de Solórzano y Albiz, natural de Madrid y Ayuda de Cámara del Rey don Felipe IV, que, en su mujer, doña Maria de Castañeda, natural de la Puebla de Montalbán (hija de Juan de Castañeda, Tesorero General del Consejo de la Inquisición , y de doña María Ibáñez), tuvo a Juan Gutiérrez de Solórzano y Castañeda, natural de Madrid, que el 1o de Octubre de 1671 visitó el hábito de Santiago.
Al Perú pasaron líneas de este linaje, de las que no sabemos si dimanaron de las casas de Trasmiera, Solórzano, Nestares, Aguilar de Campóo o Madrid, pero sin duda alguna originarias del primitivo solar de este linaje en el pueblo de Solórzano.
Una viuda, con abundante caudal, llamada doña Ana Rodríguez de Solórzano, fue fundadora y primera abadesa del Colegio de Doncellas de Nuestra Señora de la Caridad, en Lima, en mediados del siglo XVI.
En las guerras de Chile del mismo siglo murió el Capitán limeño Pedro de Solórzano y Velasco. Era hijo del Oidor Pedro Álvarez de Solórzano, y sobrino carnal de doña Florentina de Solórzano, abuela de Alonso Solórzano y Velasco, natural de Lima, Catedrático de aquella Universidad y autor de un panegírico del Claustro de ella, impreso en 1653.
Justino de Solórzano y Amusco, también nacido en Lima, fue Caballero de Santiago en el siglo XVII, Maestre de Campo y Corregidor de Trujillo en 1674. Era Hijo de Andrés de Solórzano, de la rama de Aguilar de Campóo, y de doña Mariana Amusco, natural de Lima.
Otro Justino de Solórzano y Amusco era Alcalde de Lima en 1757.
La rama apellidada Hoyo-Solórzano, originaria también de la casa-torre del lugar de Solórzano y muy ilustre y principal en Canarias, quedó ampliamente tratada en el tomo XLII de este “Diccionario de Apellidos”, XLIV de la “Enciclopedia”, al que remitimos al lector.
ARMAS
Martín Martines de Solórzano, considerado por algunos autores como el fundador del linaje de Solórzano y de la casa-torre sita en el pueblo del mismo nombre, primitivo solar de esta familia, usó las armas de la casa de Hoz en la Merindad de Trasmiera, de la que procedía como hijo de Martín Antolinez de la Hoz y de dona Goda Galíndez de Gordejuela. Esas armas eran: En campo de gules, tres hoces de sinople perfiladas de plata. (Véase la información del apellido “Hoz” en el tomo XLII de este “Diccionario de Apellidos”, XLIV de la “Enciclopedia”). Pero el mencionado Martín Martines de Solórzano modifico los esmaltes, poniendo en campo de oro las tres hoces de sinople. (Escudo 670.)
La rama que hizo su asiento en el lugar de Nestares y en la villa de Aguilar de Campóo, traía: 1o, de azur, con tres flores de lis de oro puestas en triángulo; medio partido de plata con tres hoces de sinople, puestas también en triángulo, y 2o, de sinople dos lobos de su color natural, uno sobre otro. (Escudo 671.) En el convento de San Francisco, de la villa de Reinosa, tenía esta rama una capilla grande, la primera al lado del Evangelio. En su retablo, muy antiguo, y en una tumba alta, de piedra, se veían dichas armas. Así consta en el expediente de pruebas de nobleza del Caballero de Calatrava Francisco de Solórzano y Bravo, mencionado en anteriores páginas.
Las armas de la rama de Madrid eran estas: Cortado 1o, de sinople, con una hoz de oro, y 2o, de oro, con cuatro flores de lis de azur. (Escudo 672.) Así estaban en la casa de don Fernando Enríquez de Solórzano, Señor de las villas de Alba y Camporredondo; en la casa de Terán, en Cabuérniga; en la casa de esta rama en Madrid, sita en la Carrera de San Jerónimo, y en una capilla de la parroquia madrileña de San Sebastián, de la que era patrono dicho caballero. Según su expediente de pruebas de nobleza de la Orden de Alcántara, a la que pertenecía. En anteriores líneas quedo mencionado.
Otras ramas de Solórzano usaron: Cuarteado: 1o y 4o, de azur, con dos flores de lis de oro en faja, 2o y 3o, de sinople, con dos hoces de plata también en faja y con el mango de oro. (Escudo 673.) Estas mismas trajeron los Solórzanos de las Encartaciones de Vizcaya. Los de Navarra pintaron de plata las flores de lis. Divisa: “Solo fulgen, hermanos, las hoces en vuestras manos”.
Otras combinaron las hoces y las lises en distintas formas, modificando sus esmaltes y su posición en el campo del escudo.
Tengo el honor leyendo la historia de ser el actual propietario de la casa torre en Solorzano
ResponderEliminarCuanto me alegra yo soy Solòrzano y he creado un grupo para unirnos por el mundo
Eliminarhttps://www.facebook.com/groups/348721703423232/?ref=share
Soy Solórzano, venderia la casa torre ancestral? Me interesa
EliminarMe siento orgullosa del apellido solorzano por llevarlo ya q es de mi padre
ResponderEliminarME SIENTO SUMAMENTE SATISFECHO de encontrarme con este excelente recorrido histírico. Después y descendiente de muchas generaciones, definiendo la historia... llegan a guatemala y soy descendiente de Cenobio Mérida Solorzanó. Hijo de Rafael Mérida de León y fanatico de la genealogía. Mi nombre se localiza en linea. Rafael Mérida Cruz-Lascano.
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